domingo, 25 de octubre de 2009

EL BALLET ESTABLE DEL TEATRO COLON VUELVE A BRILLAR

CLARIN - 20-10-09 SUPLEMENTO ESPECTACULOS DANZA

La alegre vitalidad de un clásico


Don Quijote: una función prodigiosa de esta versión realizada por Zarko Prebil.
Por: Laura Falcoff

El ballet Don Quijote -más conocido popularmente por el pas de deux del último acto, que suele darse de manera extractada- es una de esas obras de grandes dimensiones que con tanta prodigalidad creaba el coreógrafo-franco ruso Marius Petipa para el público de San Petersburgo en las últimas décadas del siglo XIX. Grande en extensión, en cantidad de bailarines, en número de escenas, personajes y peripecias, Don Quijote es un espectáculo sumamente atractivo cuando todos estos elementos son manejados no sólo con sentido artístico sino también con pericia. Este logro fue alcanzado superlativamente por Zarko Prebil, coreógrafo croata que vino por primera vez a Buenos Aires en 1980 a montar el ballet con la compañía del Colón. Su versión de la obra de Petipa está enriquecida con la de otro coreógrafo de principios del siglo XX, el soviético Alexander Gorsky, influido por el teórico del teatro Stanislavksy.
La noche de la función de estreno y primera de las tres únicas que se harán, fue una velada de prodigios. En primer lugar porque Prebil, con una habilidad a prueba de todo, logró embutir este ballet concebido para un gran escenario como el del Teatro Colón en las dimensiones mucho más reducidas del Coliseo. Es decir, hizo una adaptación espacial en la que no se percibió el forzado achicamiento, como sí había ocurrido con la Giselle estrenada en junio pasado en el mismo teatro.
El segundo prodigio fue su trabajo con el elenco, realizado con un tiempo insuficiente y en condiciones no ideales pero que dio como resultado una puesta en escena muy viva e intensa. Momentos contrastantes -la plaza del mercado, el campamento gitano o el sueño de Don Quijote- tuvieron el tono y el clima exactos. Y otro prodigio es el que realizó el propio Ballet del Colón. ¿Cuántas veces habrá que decir que la cantidad de funciones que hace anualmente esta compañía, disminuida este año hasta un extremo ridículo, atenta contra su integridad artística?
Sin embargo, lejos de dejarse vencer por la adversidad, los bailarines del Teatro Colón se plantan en escena como si lo hicieran todos los días. En esta versión, sin duda, hay un gran mérito de Prebil en la convicción que logró por parte del cuerpo de baile, con frecuencia descuidado. Pero el imprescindible material estuvo a su disposición. En cuanto a los solistas y primeras figuras no es exagerado decir -y quienes conocen a las grandes compañías internacionales de ballet podrían confirmarlo- que tienen una calidad interpretativa y técnica fuera de lo común: Silvina Perillo y Alejandro Parente compusieron Kitri y Basilio -auténticos protagonistas del ballet- de una forma más que admirable. Miriam Coelho y Vagram Ambartsoumian fueron excelentes Mercedes y el Torero respectivamente, y Silvina Vacarelli hizo de una manera deliciosa y perfecta el personaje del Amorcillo de la escena del sueño. «

Las próximas funciones (31/10 y 1/11) serán protagonizadas por Maricel De Mitri y Edgardo Trabalón.

Don Quijote
Ballet del Colón
Directora Lidia Segni Version Zarko Prebil (según el original de Petipa) Primeras figuras Silvina Perillo y Alejandro Parente

Lugar Teatro Coliseo

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